El embudo de conversión, también conocido como funnel, es un término muy usado en marketing digital y define el proceso que un usuario debe recorrer para realizar una conversión. Esta conversión o lead puede ser tan variada como completar un formulario, descargar un ebook o clicar en un anuncio. Trazarlo tiene un valor enorme pues nos permite conocer qué tan complicado o sencillo es este proceso y, por lo tanto, aplicar unas medidas de optimización u otras. Profundicemos un poquito más en este concepto.
Qué es un funnel de conversión y por qué es importante
Dicho de otra manera y para que puedas comprender el significado del funnel de conversión correctamente, diremos que se trata del camino de captación, conversión y fidelización que realiza un usuario hasta cubrir uno de los objetivos de marketing que nos hemos marcado como marca. Un funnel de conversión que posee a su vez varios subprocesos o fases básicas bien diferenciadas. Veamos cuáles son.
Fases del embudo de conversión
Las fases del embudo de conversión son las etapas del camino que conforman el funnel. Cinco pasos con una importancia enorme que toman una u otra forma en cada caso. Porque sí: cada funnel de cada marca cuenta con sus propias particularidades. Más específicamente, se trata de las fases de adquisición, de activación, de retención, de venta y de referencia. Vamos a entrar en detalle con todas y cada una de ellas.
Adquisición
La fase de adquisición es aquella en la que das a conocer tu marca, tu producto o tu servicio al usuario a través de las diferentes estrategias de marketing digital. Y esto incluye el posicionamiento SEO, la publicidad en buscadores, el Social Media, el mail marketing o el marketing de contenidos. Se trata de atraer usuarios a tu sitio web. Un primer paso indispensable.
Activación
La activación es el paso del funnel inmediatemente posterior a la adquisición. Es el procedimiento mediante el cual tu marca se va ganando muy progresivamente el interés y la confianza de esos usuarios atraidos. Si la gente llega a tu sitio web pero no encuentra nada interesante, la fase de adquisición no servirá de nada. Y por eso es tan sumamente relevante activar.
Retención
La retención es la tercera fase del funnel de conversión y su propósito es muy claro: conseguir que el cliente potencial pase el mayor tiempo posible en el sitio web por voluntad propia. En otras palabras, es el camino hacia la fidelización y que acerca a los usuarios a la conversión. En esta parte se producen los registros o los leads necesarios para realizar seguimiento.
Venta
Es la conversión verdaderamente importante para cualquier marca. A fin de cuentas, todas ellas viven de las ventas de algún tipo de producto o servicio. Es así. Aquí el embudo de conversión se transforma en el funnel de ventas. Su finalidad es también muy clara: convertir a la audiencia en clientes de la marca. Una vez lo hayas conseguido, solo quedará un pasito más.
Referencia
Y ese pasito es la referencia. En concreto se trata de una etapa del funnel de conversión llamada de posventa y tiene por objetivo que los clientes estén satisfechos con la compra o con el servicio para que vuelvan. Ah, y para que recomienden dicho producto o dicho servicio a otros usuarios. Es el mejor marketing posible: la recomendación de un cliente. ¿No crees?
Ejemplos de embudos de conversión en marketing
Los ejemplos de embudos de conversión en markering están por todos lados. Y es que es una herramienta y una metodología notablemente relevante para las marcas. Incluso para las marcas top del mercado. Es más, plataformas como Netflix implementan un funnel de conversión en el que las acciones de marketing llevan a cabo la adquisición, la página de inicio la activación y así sucesivamente.